sábado, 12 de febrero de 2011

John c. Holmes.









Para hablar de John C. Holmes basta con remitirse a las escalofriantes cifras: su pene de 33 centímetros(algunos le otorgan 40 centímetros, otros 30, otros 35...) protagonizó más de 2.200 películas e hizo el amor (en la vida real) a 14000 mujeres. Está bien escrito: catorce mil mujeres. Los que han tenido ocasión de ver sus películas afirman que, más que filmes X, deberían ser considerados documentos gráficos de un valor similar a los documentales de National Geographic pues lo de este hombre era un auténtico fenómeno de la naturaleza.

El 8 de Agosto de 1944 en Pickaway County, Ohio, nacía el que hasta hoy ha sido el mejor y más grande de todos los tiempos: John Curtis Holmes. Holmes, nacido después de la guerra civil en una familia pobre y de padres divorciados, de la que se independizó a los dieciseis años, se fue con el permiso de su madre a hacer la mili a Alemania durante tres años, donde (segundo dato esclarecedor) sus compañeros pagaban para ver su miembro. Cuando apenas contaba con veinte años ya bailaba en clubs de strip-tease para pagarse los estudios de profesor de educación física en UCLA. Esto no sería sorprendente de no ver el físico enclenque y desgarbado de Holmes, en completo contrapunto con su desmesurado apéndice.

Amasó una gran fortuna (se dice que cobraba 3.000 dolares por dia de rodaje ¡de los de entonces!) que aniquiló en vicios como la coca o los coches de lujo, nuestra estrella se hizo un hueco entre los más grandes debutando con filmes en Súper 8 en 1968, filmes cuyo destino era la venta directa o los sex-shops.
Pero la auténtica llegada al olimpo del porno data de 1973, cuando debuta con su más famosa serie, John Wadd, que fue rodada en un día con un presupuesto de 750 dólares, en la que encarna a un detective vacilón y salido, producida por Bob Chinn. Esta serie vería su novena y última entrega en 1986 con The Return of Johnny Wadd.

Holmes tuvo siempre un especial imán para los líos, gracias a las sabias redadas de la policía, que no tendría asesinos ni ladrones que detener, acababa frecuentemente en la cárcel, costumbre que mantendría a su pesar el resto de su vida. Así mientras superaba sin problemas a los otros actores de la época, como Jamie Gillis, John Leslie (vean por ejemplo Splash X, con estos haciendo compañía a Traci Lords y Amber Lynn), hacía más grande el mito al verse relacionado con un cuádruple asesinato.

Según su propio biógrafo, Jim Holliday, "John consideraba tan satisfactorio meter su polla en un tío como en un coño". Eso explica su The Private Pleasures of John Holmes, en la que mantiene relaciones homosexuales.

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